Un Mundo Feliz


“La felicidad es un dueño tiránico, sobre todo la felicidad de los demás.”
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Un Mundo Feliz (Brave New World) de
Aldous Huxley

miércoles, 13 de junio de 2012

Dios llora sobre Toulouse

Habían pasado varias semanas, quizás un mes, no lo recuerdo bien, desde que la investigación por el asesinato del ex de Tabitha había comenzado. No había datos concluyentes y lo poco que había les llevaba a un callejón sin salida. A las pocas semanas, el caso quedó cerrado como un allanamiento de morada. Parecía que habían desaparecido algunas joyas, y obras de arte.

Cuando fuimos a ver el piso, haría una semana atrás, nos encontramos con el piso tal y como lo encontró la policía. Tabitha tuvo que hacer un recuento de lo que faltaba. Con eso también se interpuso denuncia.

Tabitha no se lo podía creer. ¿Cómo era posible que la vida de una persona valiese los objetos materiales? No había explicación lógica al respecto, no había ninguna lógica. Y sobretodo, donde no había lógica, era el robo, y el asesinato. ¿Cómo era posible que les hubiera dado tiempo de hacer todo ese destrozo en tan poco tiempo? ¿Cómo era posible que hubieran registrado hasta el dormitorio, después de cometer el asesinato y luego nadie hubiese visto nada?

lunes, 7 de mayo de 2012

Caso Abierto

Tardamos poco en llegar al piso donde hace apenas unas horas vivía Tabitha. Al llegar al edificio se vislumbraban las azules luces de los coches de policía y de la ambulancia.

Pasamos por la calle, esperando buscar un sitio donde aparcar, pero el gendarme no nos dejó detenernos. Tuve suerte y pude aparcar en una calle cercana. Nos bajamos del coche. Tabitha temblaba, aunque no lo reconociese, se le veía que tenía mal cuerpo. Casi no habíamos hablado en el coche, tan solo comentábamos la conversación que había tenido con su novio a través del teléfono. La conversación había sido escueta, unos treinta segundos, nada más. En resumidas cuentas la había llamado para pedirle ayuda, que unos hombres habían entrado en su piso, y que estaban aporreando la puerta del dormitorio que había conseguido bloquear. Cuando Tabitha escuchó cómo la rompían fue cuando su novio gritó.

Tabitha estaba extrañada de cómo podían haber abierto la puerta del piso, cuando esta era blindada, mucho trabajo para entrar a robar al piso. Tenía miedo de lo que le hubiera podido pasar al sujeto que tenía por pareja. No por los sentimientos que albergara ahora hacia él, que eran nulos, si no por la integridad de un ser humano.

miércoles, 25 de abril de 2012

La Primera Noche

Esta es la noche más fantástica que puedo recordar. Os parecerá extraño, pero la primera vez que dos cuerpos se juntan en la complicidad de la noche, con las luces apagadas, el silencio de la casa acompañando a la pareja, que empieza a conocerse, a entenderse más allá de las palabras, solo con caricias, besos, y juegos sobre el colchón, esa primera vez perdura más allá de las siguientes veces.

Quizás sea por la novedad, por algo que no conoces, por algo que no puedes comprender, o simplemente porque es algo que esperabas con ansias. Pero esa noche queda grabada a fuego sobre el corazón de la pareja. Se da demasiada importancia a las espectativas que pueda tener la otra persona, pero al final lo que cuenta es el momento en que por primera vez los dos cuerpos se reconocen.

lunes, 16 de abril de 2012

Princesa III

Habían pasado unos días desde mi último encontronazo con Tabitha, y con aquel sujeto que tenía como pareja. Había vuelto del trabajo y estaba muy cansado, pero todavía me rondaba por la cabeza aquella cabellera cobriza de Tabitha. A pesar de haberla escrito un whatsapp de vuelta no había recibido ninguno más por su parte, en mi más profundo de mi ser anhelaba escribirle algo, saber de ella, si se encontraba bien, conocer qué había pasado posteriormente a habernos separado, cada uno por su camino.

Volví a mirar el móvil, ansioso quizás por ver algo que llevaba buscando desde hace días, ese mensaje que me diera una pista de si se encontraba bien. Había mirado periódicos, buscando casos de violencia sexista, o necrológicas. Nada, pero  eso no me tranquilizaba mucho, todo hay que decirlo.

viernes, 13 de abril de 2012

Princesa II

No he tardado en volver a escribir acerca del acontecimiento que cambiaría mi vida, y las percepciones que tenía de esta.

Solo necesitaba un empujoncito para volver a escribir, y a petición de Tabitha lo he hecho. ¿Eso significa que la volví a ver? Sí. Pero es una larga historia dejadme que continúe dónde me quedé.

Me levanté de la cama con un resfriado considerable, todo hay que decirlo, al final había sido yo el que se había costipado. Lo primero que hice fue salir como un moco de la cama, e irme directo al baño, donde curiosamente esta vez no me dí una simple ducha, preferí darme un baño de agua bien caliente.

jueves, 12 de abril de 2012

Princesa I

Era una noche tormentosa, no eléctrica, pero si fuerte, estábamos a finales de Marzo de 2012, unos días antes de la huelga general que se había convocado en España.

La soledad de mi casa en Francia era patente, estaba yo solo echado en mi sofá, mientras intentaba distraer mi mente con la televisión, viendo la película Sospechosos Habituales, con esa magnífica actuación de Kevin Spacey y bajo la dirección de Bryan Singer.

Lo único que bebía era zumo de naranja natural con pulpa, una delicia, todo hay que decirlo. Mientras que estaba en el momento más álgido de la película, sonó cómo alguie tocaba en la puerta. Noche lluviosa, altas horas de la noche, y alguien inesperado tocando en mi puerta. Pausé con pereza la película, y me puse un jersey, que camuflaba mi desastroso atuendo de estar por casa. Me acerqué al hall, y busqué la mirilla de la puerta. Esa puerta francesa no tenía mirilla. Resoplé, y abrí la puerta sin saber qué podía encontrarme al otro lado, ¿un vagabundo? ¿un asesino en serie? ¿Keyser Söze, diciéndome que le debía algún favor?. Me reí para mis adentros, estaba desplazado por trabajo a Francia, y no estaba dentro de un guión de película. Demasiada soledad y demasiado aburrimiento en mi monótona vida en el país Galo.